El Col•legi Oficial d’Infermeres i Infermers de les Illes Balears (COIBA) manifiesta su «máxima preocupación» ante el alarmante aumento de agresiones a profesionales sanitarios y propone que se tomen más medidas de prevención en el entorno laboral, y de formación y apoyo a los profesionales, así como el desarrollo de campañas de concienciación dirigidas a la sociedad.
Según recientes datos del Ibsalut, durante 2023 las enfermeras de las Islas Baleares sufrieron más del doble de agresiones que hace dos años. El colectivo continúa siendo la categoría profesional sanitaria que recibe más ataques, 369 de un total de 1.117. En 2022 se registraron 268 agresiones a enfermeras, 143 en 2021.
La presidenta del COIBA, María José Sastre, ha manifestado la «máxima preocupación» del colectivo ante esta tendencia creciente y ha advertido, además, que «estas cifras son tan solo una pequeña parte del total, porque la realidad es que muchos profesionales sanitarios en muchas ocasiones no denuncian».
Sastre ha pedido «no normalizar este incremento de las agresiones a los profesionales sanitarios» y ha recordado la importancia de denunciar «para dar visibilidad a la magnitud de este problema y conseguir una mayor concienciación», proponiendo para ello una serie de iniciativas.
Desde el COIBA se propone reforzar y acelerar las medidas con impacto directo en los lugares de trabajo, el apoyo a los profesionales y la prevención en el entorno laboral, formaciones, más medidas preventivas, protocolos de actuación de carácter legal y guías de actuación para la prevención y gestión.
También se propone seguir reforzando la accesibilidad a la figura del interlocutor policial sanitario y mejorar las condiciones de seguridad de los centros. Así mismo, el COIBA considera necesario llevar a cabo campañas de concienciación e información dirigidas a la sociedad.
«Las conductas violentas, a pesar de ser injustificadas, tienen una etiología multifactorial que hace falta desengranar para conseguir diseñar actuaciones de prevención efectivas», ha añadido María José Sastre, señalando al respecto y entre otras, las expectativas no realistas de los usuarios o la falta de educación sanitaria.
También, la falta de valoración de los profesionales de la sanidad y el desconocimiento de su trabajo por una parte de la ciudadanía. Sastre señala también el crecimiento general de la violencia social y los déficits del propio sistema sanitario (falta de accesibilidad, las listas de espera, etc.).
Asimismo, las agresiones a profesionales del ámbito sanitario, se recuerda desde el órgano colegial, son una problemática que, además de afectar a los profesionales en sí, a largo plazo tiene un impacto global en términos de coste, eficiencia y efectividad en los sistemas de salud y, por lo tanto, en la calidad asistencial.
El COIBA pone a disposición de todas las enfermeras y enfermeros de Baleares un protocolo de agresiones con apoyos desde dos vertientes: asesoría psicoemocional y apoyo de los servicios jurídicos del Colegio. Este protocolo, además, pretende facilitar y potenciar la notificación.
Con todo ello, otro de sus objetivos es poder crear un registro colegial de agresiones para su seguimiento y la adopción de estrategias. Por otro lado, en los lugares de trabajo, el proceso actualmente se ha facilitado mucho gracias a la figura del interlocutor policial sanitario.
La participación de todas las administraciones públicas es imprescindible para conseguir implantar un mayor nivel de concienciación y sensibilización entre la sociedad, las instituciones y los profesionales, señalan las voces del Col•legi Oficial d’Infermeres i Infermers de les Illes Balears.
Las consellerias de salud autonómicas, con la implicación de los colegios profesionales, han implementado planes de prevención y registro, formaciones y campañas de sensibilización, «pero queda todavía recorrido y trabajo por hacer», según se insiste desde el COIBA.