Somos peregrinos en tránsito y en esta conducción cotidiana hay curvas cerradas, túneles, puertos, rectas inmensas… pero también llueve, graniza, hay malas señalizaciones y atajos que no llevan a ninguna parte. Nos toca vivir tiempos complejos y recios precisan altas dosis de estoicismo y de no reblar, ante algunos pseudolíderes políticos, que cual camaleones muestran una gran capacidad para cambiar de aspecto adaptándose al que le resulte más ventajoso, alterando su forma rápidamente. Su verbo preferido: manipular y su leiv motiv: poder, control y dinero. Egocentrismo, egolatría, maquiavelismo y narcisismo patológico. Todo aderezado con una absoluta falta de escrúpulos. Los demás son considerados como simples objetos, por lo que el trato abusivo e indigno okupan su forma de proceder. Y es recurrente preguntarse ¿y la colla que los acompaña, cómo aguantan? ¿Cómo pueden seguir idealizándolo? Probablemente el calor del establo, – fuera hace mucho frío-, une mucho y le retrotrae a esa adolescencia tardía, donde nunca es tarde para ser los transgresores que no fueron. Ese es el goce. UNO piensa por todos. Prohibido disentir y discrepar. Resultado: acollonamiento grupal. Pero como decía Lincoln “puedes engañar a todo el mundo durante un tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”. He ahí nuestra esperanza. Hay que reconocer que la sociedad palpita con otro marcapasos y con otro ritmo, como se ha demostrado en la solidaridad, la entrega y la madurez de los voluntarios en la Dana. Pero lamentablemente, ellos no son de este mundo. Todos estamos convocados en dos tareas que no se pueden delegar: darle sentido a nuestra vida y luchar con esperanza a nivel colectivo para que nos traten con igualdad y justicia. Nuestra dignidad no es negociable.
A nivel sanitario, las cosas van mal pero todavía hay margen para empeorar. Faltan médicos. La administración no respeta a los médicos. La Primaria se está desmoronando y faltan muchos recursos en salud mental. Nunca es tarde y es de justicia volver a recordar a esos 150 médicos muertos en activo en la pandemia. Ni siquiera esa tragedia ha servido para que la administración trate dignamente a este gran colectivo y siguen maltratándonos con el recorte del 38% de la paga extra desde el 2010, con jornadas maratonianas etc. Seguimos con los mismos agravios y discriminaciones. Pero hay motivos para la esperanza, porque espero que los 170.000 médicos pasen de la indefensión, el síndrome de Estocolmo y de la lacrimógena quejorrea a la confrontación. La sanidad pública y los pacientes precisan de que las competencias específicas del médico sean respetadas, en mor de la igualdad, la calidad y la seguridad que siempre tiene que acompañar la relación médico paciente. Espero que la incertidumbre sea antagonizada por la esperanza y el compromiso.
Solo queda luchar y mejor luchar juntos para que podamos transformar la derrota transitoria pero nunca en doma en victoria transitoria porque nunca hemos estado en doma. No olviden No olviden que aguantar no es controlar. Cuídense.
Dr. Fco. JavierAlarcón deAlcaraz.Médico-Forense.Especialista enMedicina Legal.@Alarconforense Cuando la columna empieza con ese titular usted ya se ha echado la mano…
Dr. Fco. JavierAlarcón deAlcaraz.Médico-Forense.Especialista enMedicina Legal.@AlarconforenseComo en esta columna está prohibido hablar de subidas de sueldo, vayamos con el efecto…
Miguel LázaroPsiquiatra HUSECoordinador del Centro de Atención Integral de la DepresiónNo existen navidades clónicas pero deberíamos reflexionar en los clones…