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Soluciones para poder dormir

La higiene del sueño, hábitos dietéticos y relajación pueden evitar la necesidad de fármacos.

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Los problemas de insomnio tienen con frecuencia soluciones que no hacen necesaria o imprescindible la medicación.

Una de estas medidas -que deben ser en todo caso controladas por el médico- es lo que se conoce por reeducación del sueño. Básicamente consiste en mejorar la higiene del sueño, controlar los estímulos que provocan insomnio y regular los horarios.

Por ello se aconseja tomar unas medidas de disciplina y control como no ir a la cama hasta tener sueño, no ver la televisión, leer o comer en la cama. Separar la última comida y el momento de acostarse al menor una hora y evitar las comidas copiosas, antes de la hora de acostarse.

También se aconseja eliminar el alcohol ya que, a pesar de inducir el sueño, produce despertares precoces y reduce el tiempo total de sueño.

También y esto es más obvio, reducir el consumo de cafeína y tabaco. Es igualmente recomendable practicar ejercicio físico regular, pero nunca antes de acostarse.

Otra de las medidas es mejorar las condiciones ambientales, reducir los ruidos y evitar las temperaturas extremas.

También, la restricción del sueño: acortar el tiempo de cama al tiempo de sueño real.

Posteriormente se va adelantando a la hora de acostarse de 15 a 30 minutos. También es aconsejable realizar técnicas de relajación.

Los especialistas enseñan además a establecer una rutina horaria para fijar el reloj biológico. Se trata de que de modo inconsciente el cuerpo sepa que se acerca la hora de dormir. De que se establezca de ese modo un ciclo vital que incluya, como debe ser, el momento de acceder al sueño.

Al tratamiento farmacológico se llega cuando los fármacos son necesarios para tratar los síntomas del insomnio o las enfermedades, físicas o psicológicas, que lo originan.

Cuando el objeto de la medicación es estrictamente posibilitar al paciente el dormir, se administran hipnóticos antes de acostarse. En el segundo caso, cuando se trata de aliviar una enfermedad subyacente que impide o dificulta dormir, se emplean fármacos ansiolíticos, antidepresivos o neurolépticos.

El paciente no debe automedicarse en ningún caso, ya que estas sustancias pueden empeorar su patología, generar resistencias o crear adicción.

De hecho, la mayoría de estos medicamentos no son accesibles sin receta. El riesgo también es patente cuando un paciente al que en un momento pasado le ha sido prescrita esta medicación y que guarda los riesgos en su botiquín decide tomarla, mucho tiempo después, sin consultar al médico, sin saber que su estado de salud tal vez ha cambiado.

El tratamiento debe ser establecido por el médico, quien valorará la necesidad de administrarlos en virtud del origen y la gravedad del trastorno.

Las técnicas de relajación son eficaces en la reducción de la hiperactividad fisiológica de los insomnes. La psicoterapia puede ayudar a que el paciente reconozca sus conflictos psicológicos o las experiencias traumáticas.

Los especialistas en la materia recuerdan que el insomnio es un trastorno moderno íntimamente ligado al estilo de vida. Por ello el diagnóstico debe tener en cuenta tanto las circunstancias que rodean la actividad familiar y social del individuo como la situación laboral que presenta.

Se trata de uno de los trastornos más comunes entre las personas que trabajan en turnos de noche, debido a la alteración de los ritmos circadianos y a diversos factores sociales que genera tener los horarios cambiados. Además, estas personas que trabajan de noche también sufren más estrés, episodios de depresión, y tienen índices más elevados de separación y divorcios, ya que la vida familiar se resiente si los cónyuges no coinciden en sus horarios.

Por otra parte, es frecuente el abuso de café y tabaco en un intento por mantenerse despierto durante el trabajo, y de alcohol y fármacos hipnóticos para adquirir el sueño.

En estos casos el trabajador debe intentar dormir el máximo tiempo posible durante el día y pensar que el sueño es una prioridad, por encima de otras actividades familiares o sociales. En caso contrario su salud puede resentirse de manera grave.

Por otra parte, si antes se hablaba de la necesidad de dormir de forma ordenada, los estudios que se van realizando encuentran cada vez más aplicaciones a la siesta, ese invento del que dicen que es español y que aporta un relax y una recarga de baterías se hace bien, es decir, a la misma hora, en un punto equilibrado del día y durante un periodo limitado de tiempo.

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