La denervación simpática es considerada la técnica más efectiva para tratar la hiperhidrosis.
El sudor aparece en diferentes áreas del cuerpo, principalmente en las regiones craneofaciales, las axilas, las palmas de las manos y los pies.
En la hiperhidrosis palmar los pacientes suelen sufrir un grave problema social, laboral e incluso psicológico. Existe un número considerable de tratamientos tópicos que pueden utilizarse aunque, generalmente, son poco efectivos. Actualmente, el tratamiento de elección de la hiperhidrosis palmar y axilar es la denervación simpática por su alta eficiencia y seguridad.
Esta operación consiste en la interrupción del estímulo nervioso de la cadena simpática a nivel T2 (rubor facial), T3 (palmar) y T4 (axilar). «La denervación simpática torácica es segura, con pocas complicaciones, escasos efectos secundarios y elevada eficacia.
Esto ha generado que sea cada vez más solicitada por aquellos pacientes que sufren alguna de las formas de hiperhidrosis, e incluso por pacientes afectados por rubor facial», explica el doctor Pedro M. Rodríguez Suárez, cirujano torácico del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Los factores que determinan la efectividad de esta técnica quirúrgica serán debatidos en las sesiones del Área de Cirugía Torácica que se enmarcan en el programa científico del 48º Congreso Nacional SEPAR, que se está celebrando en Gran Canaria.
«La efectividad de la simpatectomía torácica viene determinada principalmente por el tipo de hiperhidrosis y el tiempo transcurrido desde la intervención.
La efectividad inicial en la hiperhidrosis palmar alcanza el 99,2% con una satisfacción del 97%. Pasados los 6 meses de la operación la efectividad puede disminuir hasta el 98%, en algunos casos», explica el doctor Rodríguez.
En relación a la calidad de vida, transcurridos 30 días desde la intervención, el 86,4% de los pacientes definen su calidad de vida como «buena o excelente».
Los principales factores que determinan el incremento en la calidad de vida postoperatoria son la ausencia o disminución de la hiperhidrosis y la ausencia de sudoración compensatoria. «El grado de satisfacción postoperatoria es elevado aunque disminuye con el tiempo a causa de la aparición de la sudoración compensatoria o por la reaparición de la hiperhidrosis», afirma el doctor Rodríguez.
Las complicaciones derivadas de la simpatectomía torácica no superan el 10%, siendo el neumotórax la más frecuente, aunque solamente debe ser tratado con drenaje pleural en el 30% de los casos.
El efecto secundario más importante de esta técnica es la sudoración compensatoria, que ocurre entre el 50 y el 90% de los casos, pero que en gran parte de los casos (alrededor del 90%) se presenta de forma leve. «A pesar de la aparición de la sudoración compensatoria, el 90% de los pacientes que la sufren toleran mejor este efecto secundario que los síntomas de la hiperhidrosis que sufrían previamente a la intervención», asegura el doctor Rodríguez.
«Solamente el 6% de los pacientes se arrepiente de la operación por motivos de compensación compensatoria muy severa. Es por ello que es fundamental informar a los pacientes de los posibles efectos secundarios y complicaciones del abordaje quirúrgico de la hiperhidrosis», añade el experto.