“Los enfermeros de los servicios de Urgencias y Emergencias tienen un perfil especial y por ello convendría mejorar el sistema de contratación con el fin de adecuar el personal a las necesidades del servicio. Esta es la principal conclusión de la sesión-debate sobre “El perfil de enfermería en los servicios de urgencias”.
Este encuentro ha tenido lugar hace pocos días en el Col•legi d’Infermeria de les Illes Balears con el fin de potenciar una mejora en unos momentos en los que el bloqueo de la Bolsa General de Enfermería y la falta de personal en la bolsa específica (sin actualizar), los hospitales recurren al SOIB, como marca la ley, y establecen cada uno sus propios requisitos
A Urgencias llegan pacientes con diversas necesidades de atención según el proceso que presentan: “Lo mismo tenemos que atender un traumatismo, que una parada cardiaca, un paciente con brote psicótico o a un enfermo crónico”, según recordó Ana Rubio Batanas, responsable de Recursos Humanos de Enfermería del Hospital Comarcal de Inca.
Batanas señaló que, en los hospitales como el de Inca, el servicio consta de 5 o 6 enfermeros por turno, por lo que es imprescindible que estén muy bien formados y tengan capacidad de reacción rápida. Los expertos distinguirían luego como en centros de este tipo tienen habilidades más generales, mientras que en los grandes hospitales se especializan más.
“El Servicio de Urgencias es complejo porque no tiene nada que ver la situación a las 8 de la mañana que a las 12 del medio día o a las 3 de la tarde. Y todo eso en un mismo turno”, explicó Mónica Guerra, Supervisora de Enfermería de Urgencias de Son Espases, que habló de las circunstancias en un hospital de referencia.
Por ello, el personal de enfermería debe tener ciertas habilidades muy desarrolladas, como la gestión del tiempo, saber priorizar y adaptarse a la situación cambiante. Además, en hospitales de nivel inferior, puede suceder que un enfermero deba afrontar situaciones con menos apoyo de personal debido a la estructura del mismo.
Además, “en invierno en Ibiza, tenemos sobre todo pacientes mayores polimedicados con complicaciones agudas de su proceso habitual, pero en verano la mayoría son intoxicaciones de gente joven y traumatismos por accidente”, explicó Sara Blanco, supervisora de Enfermería de Urgencias del Hospital de Can Misses, otro centro participante.
La situación de los enfermeros de Emergencias es similar y todavía más compleja si cabe, porque en una ambulancia va uno solo, junto al médico y al técnico en emergencias explicó Pedro Montero, enfermero de la Gerencia del 061 y moderador del debate, además de vocal del Colegio de Enfermería de Baleares (COIBA).
“Tienes que reaccionar rápido, además delante de la familia o en situaciones difíciles, en la calle o en un domicilio”, apuntó Pilar Frau, jefa de RRHH del 061. Añadió que en ambulancias se requiere una capacidad de comunicación especial, ya que a menudo las intervenciones se realizan con otros servicios como bomberos o policía.
Todo exige de las enfermeras de Urgencias y Emergencias capacidades, habilidades y actitudes específicas: una sólida formación teórica y práctica polivalente, habilidades técnicas precisas, capacidad de priorizar y gestión del tiempo. Entre las actitudes, destaca el compromiso y la orientación al paciente, así como el deseo de mantenerse formado y actualizado.
El problema es que –señalaron los reunidos en este encuentro –es que hasta ahora, con el bloqueo de la Bolsa General de Enfermería (se está utilizando aún la del 2011) y la falta de personal en la bolsa específica (tampoco actualizada), los hospitales recurren al SOIB, como marca la ley, y establecen cada uno sus propios requisitos.
En Son Espases, por ejemplo, es necesario haber pasado ya 3 meses por Urgencias para poder acceder al específico de este Servicio. En otros hospitales no se da este requisito, pero hay otros. En el 061 hay que pasar un examen Teórico – Práctico que destaque los conocimientos y habilidades técnicas en el campo de la Urgencia extrahospitalaria.
“Lo ideal sería que se establezcan una serie de requisitos mínimos unificados y, a partir de ahí, cada hospital pueda baremar puntos adicionales según la especificidad de su servicio o el perfil de sus usuarios”, concluyó Pedro Montero, en alusión al que sería el eje esencial del debate.
La situación actual es muy complicada y no contribuye ni a la formación específica ni a la fidelización de los profesionales, dos de los problemas más importantes a los que se enfrentan los hospitales. “Tener la mitad del servicio formado y el resto sin experiencia es muy complicado, sobre todo en verano”, apuntó desde el público un enfermero.
Piedad Duran, responsable de RRHH de Enfermería de Son Espases defendió la necesidad de facilitar más la formación y actualización de conocimientos de los enfermeros de Urgencias. También sería deseable poder dar a los profesionales unas semanas de formación y rotación dentro del servicio antes de ponerles a trabajar.
Sin embargo, “lamentablemente, esto solo se hace en los servicios donde es imprescindible, dada la alta especialización que requiere su personal. Al final, es cuestión de coste”, reconoció la especialista. Los profesionales de enfermería esperan que ahora se modifiquen estos procedimientos y se tengan en consideración estas demandas.