La consellera de Salut, Patricia Gómez, visitó el Hospital Psiquiátrico de Palma, acompañada por la gerente del Hospital Universitario Son Espases, Dolores Acón; la subdirectora de Atención a la Cronicidad, Coordinación Sociosanitaria, Salud Mental y Enfermedades poco Frecuentes, Angélica Miguelez, y el coordinador autonómico de salud mental, Oriol Lafau.
Durante la visita, la consellera tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la labor de los profesionales y afirmó que “para nosotros es importante dar fuerza a proyectos destinados a impulsar el Hospital Psiquiátrico, que los profesionales se sientan motivados y perciban el cambio que esperamos se produzca a partir de ahora”.
Asimismo, el jefe de servicio de psiquiatría del área sociosanitaria, Rainer Oberguggenberger, expuso la situación actual del Hospital al equipo directivo.
Oberguggenberger explicó la relevancia de la UPRA (Unidad para Pacientes con problemas Relacionados con el Alcohol), que es la unidad de referencia para la desintoxicación hospitalaria de alcohol para Mallorca y Menorca. La unidad dispone de 12 camas y en el año 2014 se realizaron 316 ingresos hospitalarios.
El Hospital Psiquiátrico, que pertenece al área sociosanitaria del Hospital Universitario Son Espases, cuenta con 170 camas y una actividad anual de 400 ingresos durante el 2014. Además, dispone con un servicio comunitario de atención residencial que ofrece asistencia, a través de 10 pisos supervisados con un total de 30 plazas, a las personas de más de 18 años con algún trastorno mental grave y con apoyo familiar escaso o nulo.
Asimismo, la consellera de Salut anunció el desarrollo de una estrategia de salud mental para el año 2016, dentro de las líneas estratégicas de la Conselleria en el área de salud mental. Gómez destacó que “el trabajo de coordinación entre la atención primaria y la atención hospitalaria es uno de los ejes fundamentales del engranaje”.
En Baleares hay diagnosticadas de un problema de salud mental cerca de 185.000 personas: en concreto, 150.000 en Mallorca, 20.000 en Eivissa y Formentera y 15.000 en Menorca. De estos pacientes, unos 5.000 sufren un trastorno mental grave.