El ejercicio físico, incluyendo cinta de correr, estiramiento y ejercicios de resistencia, parece mejorar la velocidad de la marcha, la fuerza muscular y la forma física de los pacientes con enfermedad de Parkinson (PD), tal y como concluye el informe de un ensayo clínico aleatorio publicado en 'Archives of Neurology', una publicación de 'Journal of the American Medical Associaton'. Lisa M. Shulman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (Baltimore, Estados Unidos) y sus colegas realizaron un ensayo clínico aleatorizado de tres tipos de ejercicio físico para comparar la eficacia de la cinta de correr, el estiramiento y los ejercicios de resistencia a la hora de mejorar la velocidad de la marcha, la fuerza y la condición física de estos pacientes.
El estudio incluyó a 67 enfermos de Parkinson que tenían alteración de la marcha y realizaron los ejercicios tres veces por semana durante tres meses: un ejercicio de intensidad en la cinta, otro de menor intensidad y estiramientos y ejercicios de resistencia. Los tres tipos de ejercicio mejoraron la distancia que recorren estos pacientes durante seis minutos. El de caminar a menor intensidad logró un 12 por ciento de aumento, los estiramientos y ejercicios de resistencia, un 9 por ciento, y los ejercicios de mayor intensidad andando, provocaron una mejoría del 6 por ciento. Los dos tipos de entrenamiento en la cinta de correr mejoraron el estado cardiovascular, mientras que el estiramiento y los ejercicios de resistencia sólo mejoraron la musculatura (16 por ciento).
«El hecho de que el ejercicio de baja intensidad es el ejercicio más factible para la mayoría de los pacientes con Parkinson tiene importantes implicaciones para la práctica clínica. Aunque la cinta de correr y el entrenamiento de resistencia son beneficiosos para la marcha, la aptitud y la fuerza muscular, estos beneficios no fueron acompañadas por mejoras en la discapacidad y calidad de vida», concluyen los autores.