Un nuevo estudio, publicado en 'SLEEP', llevado a cabo por La Academia Americana de Medicina del Sueño, sugiere que el aumento de la cantidad de sueño podría conducir a una ingesta reducida de alimentos, aunque el proceso hormonal difiere entre hombres y mujeres. «La restricción del sueño en sujetos sanos, con peso normal, tiene un efecto limitado sobre el riesgo metabólico, y puede afectar la ingesta de alimentos de manera diferente en hombres y mujeres», afirma Marie-Pierre St-Onge, investigadora principal del estudio. El estudio analizó de la duración del sueño, la desregulación de la glucosa, y la regulación hormonal del apetito en 27 hombres y mujeres de peso normal, entre los 30 y los 45 años de edad. Los participantes fueron estudiados bajo dos condiciones: sueño corto (4 horas) o habitual (9 horas).
El sueño corto aumentó los niveles totales de grelina en los hombres, pero no en las mujeres, y redujo los niveles de GLP-1 en las mujeres, pero no en hombres. Los resultados sugieren que la susceptibilidad común a comer en exceso durante el sueño corto está relacionada con el aumento del apetito en los hombres, y con una disminución de la sensación de plenitud en las mujeres. St-Onge señala que «el estado de equilibrio de la energía, si alguien está en un período de pérdida o aumento de peso, puede ser crítico en las respuestas metabólicas y hormonales». Según los autores, esta es la mayor investigación clínica controlada de los efectos de la reducción del sueño en la regulación hormonal. Los resultados apoyan el papel causal de la duración del sueño en la ingesta de energía y el control de peso.