Investigadores de la Universidad de A Coruña han expuesto a un grupo de roedores a un fuel similar al del vertido del buque 'Prestige', que se hundió cerca de la costa gallega hace 10 años, y han descubierto que la exposición al combustible por inhalación causa un daño en el material genético a corto plazo. Además, según las conclusiones que publica en su último número el 'Journal of Toxicology and Environmental Health', estos resultados podrían extrapolarse a las miles de personas que participaron en las labores de limpieza de las costas. «La inducción de daños en el material genético, así como el desarrollo de distintas dolencias de tipo respiratorio, ya había sido previamente descrita en las personas que participaron en las labores de limpieza del vertido», ha explicado al Servicio de Información y Noticias Científicas(SINC) Vanessa Valdiglesias, investigadora en la Unidad de Toxicología de la Universidad de A Coruña, institución que, junto al Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña, ya había intentado describir los efectos del vertido en la salud.
Sin embargo, ha añadido esta experta, «en estos trabajos las medidas de exposición ambiental fueron escasas o inexistentes, con lo que resultaba difícil atribuir los efectos observados directamente a la exposición al fuel». En este experimento se utilizaron dos cepas diferentes de ratas y una cámara de inhalación especialmente diseñada para producir la exposición al fuel. De este modo, observaron la existencia de una relación directa entre la exposición por inhalación a los compuestos emanados por el fuel y el daño en el material genético. Para analizar las posibles alteraciones en el ADN y en sus procesos de reparación, los investigadores extrajeron muestras de sangre a cada animal y las sometieron a test citogenéticos. Los resultados fueron claros: la exposición a fuel por vía inhalatoria induce daño en el ADN en ambos tipos de rata -que reaccionaron con una susceptibilidad diferente a los compuestos del fuel-, y también alteraciones en los procesos de reparación de ADN.
INHALACIÓN EN GASOLINERAS, POZOS Y REFINERÍAS
El grupo de investigadores evaluó el daño en el ADN a nivel global y, de forma más específica, el daño oxidativo, con objeto de guiar las decisiones diagnósticas y terapéuticas para el cuidado de los afectados por la exposición al fuel, en cualquier circunstancia. «Esto incluye tanto la realización de actividades ocupacionales -pozos de extracción, refinerías, gasolineras, etcétera- como las labores de limpieza tras vertidos accidentales», especifica la autora principal. Valdiglesias propone informar correctamente del riesgo que supone una exposición de este tipo para la salud. «Considero relevante la coordinación y la organización en general de las labores de limpieza y recuperación de la zona afectada», añade la investigadora. Pero, en su opinión, lo más importante es seguir las instrucciones facilitadas por personas cualificadas en cuanto al equipamiento de protección personal a utilizar en cada caso -como el uso de mascarillas, guantes y monos- y emplearlo correctamente. A esto se añade el que determinados grupos de riesgo, como los niños, las embarazadas y las personas con alguna enfermedad cardiorrespiratoria «deberían evitar en medida de lo posible la exposición a fuel», concluye.