Martí Sansaloni, farmacéutico, experto en finanzas sanitarias, asume la cartera de conceller de Salud, Consumo, Familia y Bienestar Social, con el reto de sacar de la crisis al sistema sanitario público garantizando un modelo sostenible, gratuito y de calidad. Los acuerdos con los profesionales, la optimización de los recursos humanos y económicos y los programas de salud y bienestar social son sus prioridades.
P.- Después de una dirección general como la de Farmacia y Control Presupuestario y tras codirigir el Ibsalut, ser conseller habrá sido poco más que un cambio de despacho.
R.- Es bastante más que un cambio de despacho [dice, riendo]. Es una gran responsabilidad que asumo con una gran ilusión y con un gran equipo. Y estoy en condiciones de afirmar que aunque creo que será un camino difícil y duro, la situación tiene solución y lo demostraremos en los próximos meses y antes de terminar la legislatura. Porque el objetivo básico es la sostenibilidad del sistema sanitario público tal como lo entendemos.
P.- Comencemos, si le parece, por los presupuestos. ¿Cómo serán las cuentas de 2013, el impacto de las rebajas, las medidas de contención?
R.- Venimos de un presupuesto de 1.187 millones de euros y pasamos a un presupuesto de 1.141 millones de euros. Esto no sería posible sin los ajustes que ya hemos hecho durante este año 2012 e incluso algunos ajustes de 2011. Si prorrogamos estas medidas que ya tenemos en estos momentos implantados, el ajuste es de 40 millones de euros. Los estudios lo que nos dicen es que establecer la central de compras en estos momentos y minimizar al máximo este gasto superfluo, nos puede ayudar a cuadrar de modo suficiente sin tener que tocar capítulos que son más dolorosos. Lo iremos viendo en los próximos meses. Ésta es mi primera línea de trabajo. Igual que será otra línea de trabajo implantar al ciento por ciento la jornada de 37 horas y media.
P.- Tema candente es desde luego la reforma de la planta hospitalaria. ¿En qué planes se está trabajando de cara a la optimización del antiguo Complejo Hospitalario y de la red sociosanitaria?
R.- Estamos trabajando en la sostenibilidad del sistema sanitario público y en hacerlo lo más eficiente posible. Es cierto que tenemos en estos momentos un edificio, el de Son Dureta, que no se está utilizando y que hay que negociar con la Tesorería General de la Seguridad Social que es la propietaria del solar. A partir del 1 de enero se puede establecer un periodo de negociación que hemos de ver en qué cristaliza.
P.- El presidente del Govern tiene claro que la apuesta de este Ejecutivo es por una «sanidad pública universal», «viable y sostenible». ¿Qué planes tiene el nuevo conseller para cumplir este mandato?
R.- Lo primero de todo es la atención a las personas con la máxima calidad de asistencia sanitaria, minimizar al máximo las listas de espera implantando la jornada de las 37 horas y media. Ya manifesté en el Parlament que no teníamos dinero para pagar peonadas y que primero de todo tenemos que sacarle el máximo partido posible a la plantilla que tenemos. Y en tercer lugar lo que hemos de hacer es apostar con criterios de eficiencia para ajustarnos lo más posible al cumplimiento presupuestario porque nos lo marcan los objetivos de control del déficit. Manejando el 35% del presupuesto de la CAIB no puedes dejar de tener en cuenta el cumplimiento presupuestario.
P.- Esta Conselleria tiene la necesidad de trabajar con un sector, el sanitario, una parte del cual ha manifestado cierto descontento. ¿Va a desarrollar usted un nuevo talante negociador, qué planes tiene a este respecto?
R.- Se necesita colaborar con los profesionales, se necesita contar con ellos porque son, cada uno de ellos una gran fuente de sabiduría y por su experiencia y criterio a la hora de detectar las posibles bolsas de ineficiencia y de generar ahorro. Creo que todas las medidas que antes he explicado es posible llevarlas a cabo desde el diálogo y desde la voluntad de los profesionales de colaborar. Estoy convencido que tanto desde el servicio de salud como yo mismo conseguiremos establecer un clima de normalidad en pro de la pervivencia de este sistema sanitario público, para que siga siendo gratuito así como todos lo hemos entendido siempre.
P.- En realidad una serie de intensos debates en los últimos años, parece que en Baleares no hay huelgas de sanitarios previsibles, mientras que en otras partes, como en Madrid, siguen convocándose. ¿Cree que alcanzaremos una aceptable paz social hasta final de legislatura?
R.- Creo que con el diálogo, la buena voluntad y la educación por todas las partes –no se pueden tomar medidas que no se puedan explicar –conseguiremos esta paz social. Ese es uno de los objetivos que necesariamente hemos de alcanzar para poder ofrecer buena asistencia, calidad y que los ciudadanos se sientan orgullosos de poder decir que tenemos una sanidad de las más avanzadas de Europa.
P.- Precisamente estos días se ha resuelto un conflicto en un periodo rápido, el de los jubilados del Ibsalut. ¿Cómo se inicia este conflicto y cómo se ha solucionado?
R.- Este conflicto tuvo su origen principalmente en la interpretación de la normativa a nivel nacional. Apareció el 20 de abril un Real Decreto que podía ser interpretado de diferentes modos. El Ministerio nos ha aclarado en estos momentos a nosotros y a otras CCAA que dudábamos de cuál era el verdadero espíritu con que se había redactado el RD en lo que hacía referencia a los complementos de pensión. Lo que nos ha dicho es que no podemos incluir a nadie más en este complemento de pensión pero que los derechos adquiridos de aquellos que se jubilaron con unas determinadas condiciones se han de respetar. Ahora ya sabemos, con esas otras CCAA, cuál es la circunstancia exacta de la supresión de ese complemento de pensión.
P.- Hablando de conflictos, el Consejo de Estado ha dictaminado que el euro por receta de las Comunidades de Madrid y Cataluña vulnera la Constitución. ¿Qué opina de esta resolución y en general de este tipo de medidas?
R.- En temas judiciales o de resoluciones no entro. Nosotros no hemos aplicado el euro por receta. Ya se han aplicado medidas para lograr un efecto disuasorio sobre la demanda para evitar los abusos, como han sido el copago farmacéutico que se aplica según los niveles de renta y con unos máximos establecidos. Ahora lo que tenemos que hacer es activar los mecanismos para poder devolver el dinero a aquellas personas que han pagado por encima de estas cantidades establecidas.
P.- En estos años de crisis, los pagos a las farmacias siguen siendo una materia candente. ¿Cómo está la situación en estos momentos?
R.- El último pago se está demorando una serie de días. Estamos pendientes del Fondo de Liquidación Autonómico para hacer frente a esta mensualidad. El compromiso es el mismo que teníamos en su día de solamente acumular una mensualidad atrasada a final de año. En este compromiso estamos trabajando desde la Conselleria y desde la Vicepresidencia Económica del Govern. Son momentos difíciles y lo único que puedo es tener palabras de agradecimiento al sector para aguantar todo lo que ha aguantado y teniendo en cuenta que no puede aguantar más.
P.- Otra preocupación de los usuarios de la sanidad pública balear es el de la demora en las listas de espera. ¿Cómo está la situación en esperas quirúrgicas, en pruebas diagnósticas y consultas hospitalarias, qué planes tiene al respecto?
R.- La lista de espera en estos momentos no es buena. Me preocupa muchísimo el hecho de que haya gente que tenga que esperar meses de cola para acceder a determinadas pruebas o a determinadas consultas. Creo que la solución está en un primer escalón en la correcta aplicación de las 37,5 horas e intentar sacar de ello el máximo rendimiento posible.
P. – Se ha solicitado la reactivación de las peonadas (intervenciones quirúrgicas en horario de tarde, pagadas como horas extras). ¿Cree que es ello posible y/o necesario?
R.- No. Primero de todo hemos de poner en marcha las 37 horas y media. Hemos de subir los escalones de uno en uno. No se puede mezclar en estos momentos las peonadas, porque además esta actividad extraordinaria no la tenemos presupuestada y no tenemos disponibilidad para pagarla.
P.- ¿Va a ser posible y/o necesario ampliar los conciertos con las clínicas privadas?
R.- En estos momentos lo que estamos intentando es sacar el máximo rendimiento de lo público. De cualquier modo hablaremos con la patronal al objeto de ajustarnos al máximo a los mismos costos que ese sector tiene desde un criterio de eficiencia.
P.- Tal vez convendría señalar que en cualquier caso las demoras no afectan nunca a casos urgentes…
R.- No, nadie con un proceso médico grave espera más de 30 días para ser atendido. Hemos de saber priorizar lo que es urgente, teniendo en cuenta que todo es patología y que todo ha de ser atendido.
P.- Vamos a ámbitos más prácticos. Se acerca la temporada de la gripe. ¿Cómo se está preparando ese mayor consumo de recursos sanitarios en unos momentos como los actuales?
R.- En el periodo de gripe, del mismo modo que en lo que viene asociado al periodo de frío, solemos tener recaídas de pacientes crónicos que generan una mayor demanda de servicios. Por lo tanto lo que hemos de hacer es, primero, estar preparados para la vacunación de toda la población de riesgo y de todos los profesionales que lo deseen. Para eso tenemos aseguradas todas las dosis necesarias. Nos hemos adaptado al sistema de la compra centralizada de la vacuna y con ello hemos conseguido ahorrar una cantidad importante de dinero. Además estamos preparando al máximo todos los hospitales públicos para dar la mejor atención a los pacientes que lo requieran.
P.- Casi 900 personas piden ayuda cada año para dejar el alcohol, últimamente se está haciendo especial hincapié en la ayuda a personas con ludopatías, sin olvidar el trabajo intenso en materia de drogas. ¿Cómo ve la atención y la prevención a las adicciones en la CAIB?
R.- Tenemos muchos programas desde la Dirección General de Salud Pública y también algunos de ellos en colaboración con entidades, vía bienestar social. Todos estos programas se mantienen. Es cierto que si se analiza fríamente el presupuesto se puede deducir que alguno de ellos podría caer, pero el compromiso es mantener todos y cada uno de estos programas con la dimensión que sea necesaria. Me preocupan mucho los problemas de alcohol, ludopatías y principalmente los problemas de drogas por todo lo que eso desestructura en el ámbito familiar. Mantenemos programas, potenciamos unos, redimensionamos otros y no solo desde un punto de vista restrictivo sino también ampliando las dotaciones.
P.- Dos epidemias, por llamarlas de ese modo, son objetivo de la salud pública general y en particular en Baleares: los cánceres y las cardiopatías. Dentro de los cánceres, los de mama en la mujer y los del pulmón y colon en el varón. ¿Qué trabajo se está haciendo al respecto?
R.- Se está manteniendo el programa de cáncer de mama y además tenemos un proyecto de cribage de cáncer de colon. El programa de cáncer de mama hemos de mantenerlo y dimensionarlo y no me refiero desde un punto de vista restrictivo. Y el de cribage de cáncer de colon hay que analizarlo desde las perspectivas que ofrezcan los resultados del estudio piloto que se ha hecho.
P. – ¿Qué decisión se ha tomado finalmente respecto a los conciertos con las clínicas abortistas?
R.- Hay que tener en cuenta que la Ley del Aborto marca unos plazos que se han de cumplir por parte de la Administración. Si podemos prestar el servicio desde la sanidad pública lo hemos de prestar. En caso de que no sea posible, como puntualmente nos ha podido pasar, en este caso en Palma porque el ginecólogo que realizaba las interrupciones de entre 9 y 14 semanas en Son Espases se ha ido a trabajar a otro país. Como es una ley de plazos, si para cumplirlos en cualquier momento hay que recurrir a una externalización del servicio se ha de tener previsto.
P.- La familia y el bienestar social es otra de las áreas de su competencia, muy en boga además en estos momentos de crisis.
R.- Bienestar Social es un área muy sensible de esta Conselleria. No solo nos dedicamos a la asistencia sanitaria. Apostamos por el mantenimiento de todas estas líneas de colaboración con asociaciones que nos están prestando un servicio mucho más eficiente que el que nosotros prestaríamos desde el sector público. Lo que hacemos es potenciar al máximo a estas asociaciones, tanto de discapacitados, como de personas excluidas socialmente, protección del menor y de menores que han de cumplir medidas judiciales. Trabajamos para un cumplimiento estricto de todas estas medidas y apoyo para la total integración de esta gente dentro de la sociedad. Todos estos casos suelen ser reconducibles. Para muchos de estos casos de menores con problemas judiciales, por ejemplo, hemos activado las técnicas grupales para conseguir la empatía necesaria que les permita entender el daño que han podido causar con determinadas actuaciones sobre las víctimas.
P.- Y no podemos olvidar el consumo, máxime considerando que se acercan las Navidades y que además aspectos concretos como los productos alimenticios, los cosméticos y los juguetes están en constante revisión por parte de las autoridades. ¿Qué planes hay en Baleares en estos sentidos?
R.- Control absoluto porque la política es que las personas que vayan a comprar un producto puedan acceder a la calidad más absoluta; control absoluto para evitar los fraudes; potenciación de la Junta Arbitral de Consumo para evitar judicializar conflictos que se pueden arreglar por ese procedimiento de mediación. Y diré también que lo hay que hacer es evitar se farragosos en la tramitación de cualquier tipo de reclamación.