En el Centro de Salud de Son Ferriol pasa consulta habitualmente el médico Juan Antonio Pérez Artigues, que es uno de los grandes expertos de Baleares en picaduras de animales marinos propios del mar insular. A sus amplios conocimientos médicos, este facultativo ha tenido que añadir estudios de ictiología y biología para conocer mejor medusas, erizos, rayas, arañas… toda una fauna de ‘bichos marinos’ que pueden producir desde un desagradable susto a un problema grave.
P.- ¿Qué tipos de animales nos podemos encontrar en el mar Balear que nos puedan producir problemas por picaduras, mordeduras o similares?
R.- Pues una parte existen los invertebrados, entre los que se contarían los celentéreos, como son las medusas o las fisalias, los equinodermos, que son los erizos de mar. Dentro de los vertebrados hay peces peligrosos, el clásico son las arañas, las escóporas, la familia de las rayas y otro grupo que podría producir problemas por mordeduras sería el de la morena y el congrio.
P.- De todos estos la ‘estrella’ es sin duda la medusa…
R.- Entre los animales marinos cuya picadura produce problemas urticantes la medusa es la más frecuente. En el Mediterráneo tenemos varias especies, también podemos encontrar las fisalias. La pelagia noticula es la medusa que más lesiones produce. Es de pequeñas dimensiones pero tiene unos filamentos bastante largos. En ocasiones estas medusas van en bandadas muy numerosas. Hay otras medusas más grandes, azuladas y blanquecinas, que también se ven bastantes en las zonas arenosas, que son más visibles y sus tentáculos no son tan largor y son por ello menos peligrosas.
P.- También ha nombrado la fisalia.
R.- Sí, son las que comúnmente se conocen como fragata o carabela portuguesa. Son más propias del Atlántico, pero por la cuestión de las corrientes pueden llegar al Mediterráneo. Se caracterizan por vivir en colonias. Tienen una especie de balón que las hace flotar. Bajo esos flotadores tienen unos filamentos cargados de tentáculos urticantes, de muchos metros de largo. El encuentro con estos animales para un nadador supondría mucho riesgo, porque podría llegar a enredarse con esos tentáculos.
P.- ¿Qué produce el ataque de una medusa?
R.- Lo que producen son lesiones locales, normalmente de poca gravedad. Dejan en la piel lesiones lineales, con mucho eritema, con mucha inflamación, edema, a veces hacen pequeñas vesículas, mucho prurito, dolor y en ocasiones reacciones urticariformes. La medusa tiene en los tentáculos unos corpúsculos que se denominan nematoforos que contienen la sustancia urticante que en contacto con la piel, por cambios de presión u osmolaridad, liberan una especie de arpón, que es lo que produce la picazón.
P.- ¿Puede ser grave?
R.- Eso dependerá de muchos factores. De la especie, ya que las hay que tienen más nematoforos o más concentración de sustancia; de la capacidad de ese aroponcillo de penetrar en la piel. Estos nematoforos llevan sustancia del tipo de la histamina y polisacáridos que aparte de la reacción urticante producen inflamación en el tejido. Algunos de estos arpones tienen una capacidad de penetración en la piel tan mínima que no producirían casi lesiones. Las consecuencias también dependerían de la sensibilidad de la persona, si son niños o personas mayores. Estas lesiones pueden evolucionar de un modo tórpido, con formación de cicatrices que dejan como tatuado en la piel la marca.
P.- ¿Y qué hay que hacer cuando pica una medusa? Hay un remedio de la abuela que recomienda orinarse sobre la picadura…
R.- Este remedio se basa en que la orina tiene amoníaco, que al igual que el vinagre, que es ácido acético, como el alcohol isopropílico parece que sirven para lavar parte de la toxina. Lo que sí hay que hacer siempre es lavar la lesión con agua salada, ya que si se utiliza agua dulce, dado el cambio de osmolaridad, si quedaran tentáculos en la piel haría que se descargasen todavía más esas células y se intensificaría la picadura.
P.- Entonces, ¿qué es lo primero que hay que hacer al salir del agua, con la reciente picadura a cuestas?
R.- Lo primero ver si hay restos de los tentáculos, que a veces se pueden ver, aunque es muy infrecuente que se queden. En el improbable caso de que se hayan quedado, hay que retirarlos de forma cuidadosa, para no romperlos para no aumentar los efectos. Se aconseja quitarlos con algo como una tarjeta de crédito, con mucho cuidado. Lavar luego –o enseguida si no hubiera restos de tentáculos– con agua salada y luego sería el momento de aplicar vinagre o amoníaco. Entonces es el momento de valorar la lesión. Con una pomada con corticoides un antihistamínico externo suele ser suficiente. Se puede utilizar un analgésico, si hubiera mucho dolor.
P.- ¿Hay otros animales que produzcan picaduras perecidas, verdad?
P.- Existen las anémonas y las actinias, que están entre las rocas y que tienen como tentáculos. Serían del mismo grupo de los celentéreos y también pueden tener células que producen lesiones urticantes, aunque normalmente la picadura de estos animales ocasionan menos sintomatología y afectación que las de las medusas. Estos animales son los que se llaman ‘tomates de mar’, están en las rocas y tienen tentáculos.
P.- Háblenos de los erizos.
R.- Los erizos tienen las púas en el esqueleto calcáreo y también tienen una especie de tentáculos que se llaman pedicelios, que en el Mediterráneo, afortunadamente no son peligrosos. En nuestro mar el problema de los erizos lo genera el pinchazo con las púas, que al producirse el pinchazo se rompen, se quedan incrustadas en la piel. Es un material duro, pero biológico, con lo cual con el paso del tiempo, si no se puede extraer llegaría a digerirse y desaparecer. Sucede que a veces se infectan o forman pequeños quistes.
P.- ¿Cómo hay que actuar?
P.- Si se quiere intentar sacar las púas ha de ser nada más salir del agua con la piel mojada. Cuando la piel se seca y se contrae es más difícil. Hay discusión sobre si las púas se han de sacar siempre o no. Se han de extraer siempre que puedan afectar una articulación, si están en una zona en la que se afecta algún nervio, porque sería muy molesto. De otro modo se puede esperar. El cuerpo, la piel, puede eliminar la púa. Hay un compuesto en farmacia que ayuda a sacar la púa, tanto de forma espontánea como a facilitar la extracción. Este compuesto se hace a base de esencia de trementina, ácido acetil salicílico y lanolina. Se aplica en la piel y ayuda a sacar las púas.
P.- ¿Cuál es el pez más peligroso en nuestro ámbito?
R.- Probablemente el pez araña. Son animales con un cuerpo alargado, comprimido lateralmente, con una boca grande y oblicua. Hay que destacar en ellos la primera aleta dorsal que es corta y tiene 4 o 5 radios, con un tegumento negro entre ellos. Esta aleta se ha especializado. Tiene unas púas canalizadas en contacto con una glándula que es la que inyecta veneno. También tienen dos espinas a nivel de los upérculos de las branquias.
P.- ¿Cuáles son las características de ese veneno?
P.- Se trata de un veneno que se ha estudiado mucho. Es una mezcla de poliscáridos y enzimas. Y así como las medusas tienen en su picadura un gran componente urticante, este componente, aunque no se puede descartar en una picadura de araña, el daño que produce es por el veneno en sí, por la toxina. Estas sustancias producen intensas inflamaciones e irritaciones del tejido. La inflamación puede llegar a producir incluso necrosis de la zona, produce vasoconstrucción y puede llegar a comprometer la circulación en el área afectada. Produce un dolor muy intenso, cuya intensidad aumenta rápidamente a lo largo de la primera hora. Empieza siendo un dolor local y se suele propagar por toda la extremidad. Hay personas que sufren además náuseas, vómitos, boca seca y mareos. Se ha descrito algún caso de muerte (de dos de los casos registrados uno fue un nadador en Mallorca en 1998 en Cap Anderrocat que falleció nadando. Le picó en un vena y se extendió).
P.- ¿Y cómo se tratan estas picaduras?
R.- Lo primero de todo ha de ser intentar destruir la máxima posible de toxina o veneno en la zona de la picadura. Esto se consigue sumergiéndola en agua caliente, todo lo que la persona pueda resistir; para eso, introducir la extremidad en agua a 45-60º unos 30 minutos. Esto mejora mucho la sintomatología. El hecho de que ese veneno se destruya con el calor posibilita que las arañas sean comestibles, ya que la cocción acaba con el peligro. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el veneno persiste con el pez muerto, de forma que hay riesgo de picadura en la barca, al manejarlo, arreglando el pescado.
P.- ¿Qué se hace para calmar el dolor?
R.- Ese es el segundo objetivo básico tras destruir el veneno. Para calmar el dolor se ha empleado de todo, desde medicamentos como el Nolotil hasta derivados de la morfina cuando se produce un dolor muy intenso. La bibliografía reduce la aplicación de anestesias locales para calmar un dolor de picadura de araña, e incluso bloqueos anestésicos de ganglios o de plexos nerviosos.
P.- ¿Y puede dar reacción urticaria?
R.- Secundariamente sí. Aunque no es la base del problema, se pueden emplear corticoides o antihistamínicos, aunque lo primero es inutilizar la toxina y calmar el dolor.
P.- ¿Hay otros peces que piquen?
R.- Hay que mencionar las rayas que pueden picar si se pisan. Tienen también un órgano especializado, un arpón dentado en la cola. Con la cola dan un latigazo y con ese aguijón producen una lesión, un corte. Son heridas sucias, ya que dejan resto del tegumento que cubre el arpón. Son heridas además sangrantes. Por eso lo primero que hay que hacer es lavar la herida, también es recomendable lavar la herida con agua salada. No se ha estudiado tanto como en el caso de las arañas, pero parece que tendría unas sustancias similares, por lo que también se puede aplicar agua caliente. Si la herida presenta un gran desgarro puede ser necesario suturar. Si no, es mejor no suturar, por el riesgo de infección, que es importante.
P.- ¿Y los ‘torpedos’?
R.- Son animales similares a las rayas. Éstos pueden producir descargas eléctricas. Su nombre viene de que ‘entorpecen’ al espécimen al que dan la descarga. Normalmente dan 45 voltios, pero hay algunos que dan 200. Nadie se muere por eso pero si la persona es débil o se aturde en el mar puede tener problemas, riesgo de ahogamiento.