Pedro Ibáñez es médico intensivista y jefe del servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Son Llàtzer. Un hombre apasionado de la seguridad del paciente y muy involucrado con el equipo de profesionales del hospital. Para él la comunicación del médico con la familia es vital para el buen entendimiento de la enfermedad del paciente. Salut i Força se adentró en la UCI de Son Llàtzer donde este gran profesional nos explicó en qué consistía el trabajo de la Unidad.
P.- ¿Qué es un médico intensivista?
R.- En muchas ocasiones las personas desconocen cuál es el trabajo de un médico intensivista, que es una especialidad que se realiza desde el año 1977. La función es el control de los enfermos graves dentro de todo el sistema sanitario, y estos están en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). En hospitales grandes tienen diferentes UCIS según para enfermos politraumatizados, otra para los enfermos cardiacos, otra para los enfermos digestivos, etc. Pero en los hospitales pequeños o intermedios solo contamos con una UCI. Por ejemplo, en el Hospital de Inca o Manacor que tienen pocas camas en UCI, ellos asisten lo que pueden y si no derivan a los pacientes. Algunas veces nos envían pacientes a nosotros, sobre todo cuando no tienen camas, si es por falta de tecnología adecuada será el 061 quien determinará donde llevar al paciente.
P.- ¿Quién compone el equipo de la UCI del Hospital Son Llàtzer?
R.- Somos 12 médicos intensivistas por vía MIR y cuatro tenemos el Doctorado. En el ámbito de la medicin
a cada dos años se duplica el conocimiento, y las personas que conforman el equipo siguen estudiando y desarrollando los temas que les interesan. Esto nos ha permitido que nuestro personal tenga más conocimientos. Tres días a la semana hacemos sesiones clínicas, lo que nos permite crecer a todos porque transmitimos la información que vamos aprendiendo. Este interés repercute en el equipo, repercute en el paciente, y que el Hospital Son Llàtzer tenga una mejor UCI.
P.- La seguridad de los pacientes en una UCI es un pilar fundamental.
R.- Yo soy una persona muy puntillosa con todo lo que significa seguridad del paciente, quizás en exceso. Es decir, soy un especialista en la seguridad del paciente. En muchas ocasiones existen fallos en el sistema sanitario que esta compuesto por muchas personas. ¿Qué ocurre? que los problemas de una cierta gravedad llegan a la UCI, y esto es como un Iceberg en el que solo ves la punta, pero en cuanto indagas es mucho más grande. Por cada problema, aparentemente grave, que nosotros detectamos hay muchos debajo de poca importancia. Entonces yo en cuanto detecto que alguien no ha hecho algo adecuadamente intento que no vuelva a suceder. Las normas de seguridad son así.
P.- Es decir que usted tendrá una cualidad para detectar los fallos del sistema sanitario de forma rápida.
R.- Si. Por eso en mi equipo si alguno de nosotros detectamos alguna anomalía se debe comentar la incidencia para que todos seamos conscientes. Pero no solo para corregir sino para que todos estemos pendientes.
P.- Ustedes han desarrollado un programa para detectar las infecciones graves denominadas sepsis.
R.- Dentro del equipo tenemos varias personas que han trabajado en esa dirección de tal forma que parte de ellos están trabajando en la UCI y parte en el resto del hospital. En el año 2004 una serie de sociedades científicas propusieron que la sepsis era una infección grave que dependía de muchas especialidades y de nadie, lo que estaba haciendo era que hubiera más muertes de las debidas.
P.- En qué consistió la recomendación de las sociedades científicas.
R.- Hicieron un comunicado en el cual solicitaron que había que aglutinar de forma trasversal a mucha gente que se dedicaba a esto, para mejorar. Nosotros llevamos cinco años trabajando en la sepsis y hemos creado una dinámica desde Urgencias. Cuando llega un paciente con una infección, comienzan, precozmente, todo el proceso con lo cual nuestros resultados son mejores que la mayoría de los estudios publicados. Pero porque hay una serie de personas que han incidido en este problema y han mejorado el sistema.
P.- Desde el año 2008 Son Llàtzer dispone de la Unidad Multidisciplinaria de Sepsis, la primera de Europa, que funciona con la aplicación del Proyecto Informatizado Multidisciplinario de la Gestión de la Sepsis.
R.- Así es permite detectar rápidamente los pacientes con sepsis grave y tratarlos precozmente. La aplicación del PIMIS permite reducir considerablemente el número de casos de muerte por infecciones graves generalizadas a causa de virus, hongos, parásitos o bacterias.
P.- Este proyecto cuenta con el apoyo científico de la Sociedad Española de Medicina Crítica, Cuidados Intensivos y Unidades Coronarias.
R.- El trabajo multidisciplinario clínico, en el cual están implicados médicos intensivistas, facultativos de urgencias, internistas, cirujanos, neumólogos, farmacéuticos, microbiólogos y personal de enfermería, el Hospital Son Llàtzer consigue día a día reducir la mortalidad de los pacientes con sepsis grave y con shock séptico. Por este programa la Gaceta Médica nos dio un premio.
P.- Tienen menos mortalidad con el desarrollo de éste proceso.
R.- En los años que llevamos trabajando ha bajando la mortalidad en nuestro hospital. Al final urgencias se ha implicado tanto que ellos lo hacen mejor y, pasa como los ictus y los infartos, la actuación del primer momento es vital. Por tanto, desde Urgencias realizan una labor muy buena y, a nosotros nos ingresan menos personas con sepsis. Esto es bueno para el enfermo. Puedo adelantar que tenemos varios artículos para ser publicados en revisas científicas.
P.- ¿Qué novedad presenta la UCI?
R.- Nosotros atendemos junto con los neurólogos las personas con Ictus, y tenemos el acuerdo que si el paciente esta en una fase regular ingresa directamente en la UCI pero si esta en un proceso mejor se queda en neurología. Pero me gustaría remarcar que nosotros trabajamos conjuntamente con el neurólogo. En Son Llàtzer todos los profesionales trabajamos de forma colaborativa y tenemos una fácil comunicación.
P.- Una de las características de la UCI de Son Llàtzer es la apertura de puertas.
R.- Es cierto, pero todo esto viene porque trabajamos no como puertas herméticas cerradas sino mucho más en colaboración con todos los profesionales. Tanto para que la gente venga hacia aquí como nosotros salgamos hacia fuera. Los hospitales intermedios, socialmente, son más rentables, y permiten trabajar de una forma más colaboradora con los profesionales que están alrededor mío.
P.- El programa de Acción de Respuesta Rápida (ARA) en qué consiste.
R.- Nosotros tenemos todo el hospital informatizado lo que significa que desde mi despacho puedo saber los datos de cualquier enfermo que esta en la UCI, me gustaría remarcar que todo paciente que ingresa en el hospital firma un documento de privacidad. El sistema ARA registra las personas que entran en cada historia clínica del paciente. Por tanto, si hubiera alguna incidencia queda registrado cada profesional que ha visitado la historia. Pero también, tenemos unos chivatos en el sistema informático por los que hemos fijado unos parámetros de seguridad como la temperatura, frecuencia cardiaca, potasio, etc. Si el paciente los supera por defecto o por exceso el chivato me informa que el enfermo de la habitación número 422 le ha saltado el potasio porque tiene la tensión alta. Esta aplicación nos sirve para conocer de forma rápida los riesgos que puede tener un paciente. Es un sistema de seguridad informatizado, que además redunda en un menor coste para el sistema sanitario.
P.- El registro ENVIN fue desarrollado en el seno de Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas en el año 1994. Su objetivo es registrar las infecciones relacionadas con el uso de dispositivos desarrollados durante la estancia de los pacientes en UCI.
R.- Si. Para ello, se diseñó una base de datos que ha ido evolucionando a lo largo de los años. Cada enfermo que entra por la puerta se le coloca un catéter, una sonda urinaria, un tubo respirador, con lo cual cada plástico que se le introduce al cuerpo humano puede repercutir en infecciones. En este momento nuestra UCI, como unas 150 UCIS del resto de España, junto con la Sociedad Española de Medicina Crítica, Cuidados Intensivos y Unidades Coronarias estamos trabajando de una manera muy ordenada los tres tipos de infecciones y podemos asegurar que Son Llàtzer está por debajo de lo que se considera. Tenemos una infección por catéter por cada 1000 días de catéter. Antes teníamos 20 infecciones al año y ahora solo tenemos una al año.
P.- ¿Cómo es el trato con las familias desde la UCI?
R.- Yo he vivido la época de la rigidez absoluta en la que las familias casi no podían ver al enfermo. Pero esta situación ha ido evolucionando y el papel de la enfermería ha tenido mucho que ver, por el cuidado al enfermo y a la familia que ellas hacen. Cuando abrimos el hospital en el año 2002 tanto ellas como yo definimos que las familias podían entrar en la UCI, y entran de dos en dos, y las horas de visita son tres veces en el día. Para que esto funcione tenemos un elemento claro, procuramos que cuando entre un enfermo en la UCI sea atendido siempre por el mismo médico. Esto facilita la comunicación médico-familia, es un factor clave para la vinculación del médico y la familia.