Juan Sanz cumple ya varios meses al frente de ese hospital que aún nos cuesta llamar Son Espases en lugar de Son Dureta. Y lo hace capeando una crisis económica que obliga a reorganizarlo casi todo y a ser más flexibles y funcionales porque en sanidad no se contemplan recortes si estos suponen reducción de la calidad y la oferta asistencial. Y todo ello sin escapar del desafío de la tecnología y la excelencia. Sanz se muestra profundamente agradecido por el papel que han desempeñado todos los profesionales (y enfatiza el “todos”) durante el proceso de traslado, apertura y hoy reorganización del hospital, trabajando, descubriendo errores, “dejándose la piel”.
P.- ¿Qué está pasando en Son Espases, tan mal están las cosas en urgencias como se ha dicho?
R.- El momento que está atravesando ahora Son Espases es muy similar a otros momentos que se han vivido en Son Dureta en los periodos de los meses de enero, febrero o marzo de otros años. Las urgencias son mucho más frecuentadas por la población que en otros periodos, el «efecto San Sebastián» [normalmente la llegada del frío a Mallorca coincide con el 20 de enero y con ello el aumento de enfermos que acude a las urgencias y los centros de salud, saturándolos]. Esa mayor frecuentación que se está produciendo ahora se viene sucediendo de manera reiterada y cíclica a lo largo de todos los años. Lo que sí podemos afirmar es que en Son Espases no habido ningún recorte ni ninguna actuación que mermara su capacidad organizativa o de recursos del área de Urgencias y en general en todo el hospital.
P.- ¿Y cómo se capean estos problemas?
R.- Lo que estamos intentando hacer en el hospital es ser flexibles. La clave de la organización y la gestión es la flexibilidad ante los diferentes picos de actividad que podamos tener. La estructura organizativa de Urgencias se ha ido reforzando a medida que se ha producido una variación en la demanda. Cuando se han incrementado las urgencias en estas últimas semanas lo que hemos hecho ha sido reforzar el personal y los equipamientos para atender ese exceso de demanda. Pero en ningún caso se ha recortado nada. Todo lo contrario, se ha adecuado a la demanda. Y en el hospital tampoco se han dejado de hacer operaciones que estuvieran previstas para dejar habitaciones libres. No se ha mermado la capacidad quirúrgica del hospital ni de otro tipo de actividad para paliar esta sobrefrecuentación.
P.- ¿Se puede cuantificar de algún modo este «efecto San Sebastián»?
R.- Si la media anual es de 320 urgencias al día en los picos hemos tenido 390. Hemos incrementado en 14 camillas en Urgencias, se han abierto 25 camas en una planta de hospitalización que cuando ha continuado la demanda y la presión asistencial las hemos aumentado a 37. En las últimas semanas ha continuado el aumento de la demanda y además con una mayor gravedad de los casos que llevaba a un mayor número de ingresos. Lo que hemos hecho ha sido establecer una actuación de derivación de pacientes a clínicas concertadas y forzar la capacidad de resolución del Hospital Verge de la Salud, abriendo otras dos camas. Cuando baje la presión asistencial estos recursos volverán a modularse en función de la disminución de la demanda que calculamos que será a partir de finales de marzo. La clave de todo es la flexibilidad. No hablamos de recortes sino de flexibilidad.
P.- Algún periódico local ha reflejado imágenes de pasillos saturados de camas.
R.- Esas camas que han aparecido en esas imágenes están en un área de urgencias que tiene una capacidad determinada. Mientras se está evaluando a los pacientes hay que ubicarlos en un espacio. Cuando ese espacio por la mayor entrada de pacientes se satura se les ubica en esas zonas que aparecen en las fotografías. Eso no quiere decir que estén mal. Están en una zona hospitalaria de Urgencias, perfectamente adecuada y en observación, controlados en todo momento por personal sanitario, como en el resto del área. Todo paciente que entra en Urgencias es admitido y resuelto su problema: bien mediante un alta domiciliaria porque se concluye que la patología queda diagnosticada y con un tratamiento instaurado; bien con un ingreso hospitalario, que a falta de camas en planta puede llevar a que el paciente aguarde en la misma zona de urgencias.
P.- ¿Qué problema ha habido con el hasta hace poco responsable del área de urgencias?
R.- Que ha presentado su dimisión por razones personales. Estoy seguro de que lo había meditado mucho antes de tomar la decisión y de hecho ya se lo había notificado a sus compañeros. Pero no ha sido por la crisis de estos días. Hay que tener en cuenta que los profesionales de Urgencias como él llevan 25 años superando crisis asistenciales en Son Dureta que han sido mucho peores que ésta.
P.- La apertura efectiva de Son Espases acaba de cumplir un año. Es obligado un primer balance.
R.- El día 30 de enero concluimos el proceso de apertura con el traslado del último paciente de Son Dureta a Son Espases, que fue el último paciente con tratamiento de radioterapia. Ya hemos echado la llave a los aceleradores de Son Dureta y abrimos los de Son Espases al 100%. Ha habido un periodo de traslado que ha sido muy dilatado en el tiempo que ha supuesto para el hospital dificultades organizativas que se han paliado con el buen hacer de los profesionales. Hay que reconocer el gran esfuerzo que se ha hecho, se han dejado la piel todos; médicos, enfermería, auxiliares, celadores, administrativos, técnicos, ¡todos!. Durante este primer año lo que ha hecho el hospital ha sido acoplarse a las instalaciones y rediseñar sus procedimientos y eso ha servido para detectar y resolver ineficiencias que teníamos en Son Dureta. Hemos aprovechado el cambio para mejorar esa organización funcional de los diferentes servicios.
P.- ¿Qué tiene Son Espases que no tuviese Son Dureta, a parte del tamaño?
R.- A parte del espacio físico, los profesionales son los mismos. En lo que hemos mejorado es en los circuitos para la respuesta a la atención sanitaria que exigen los pacientes. En el nuevo hospital tenemos mayor número de consultas y una mayor accesibilidad. Hay una mucho mayor confortabilidad y funcionalidad. El entorno es mucho mejor, las salas de espera, las salas para estar. Tenemos más quirófanos, más puestos de UCI, resonancias magnéticas, el primer PET TAC de la sanidad pública, un acelerador más, cuatro TACs más y además todos los equipos son nuevos.
P.- ¿Cómo definiría el nuevo hospital?
R.- Diría que es el hospital de los próximos 50 años. Tenemos un gran recorrido por delante. Los espacios son muy flexibles para adaptarse en el futuro a la nueva dotación tecnológica.
P.- La anterior administración dejó montada una organización muy compleja. ¿Ha tenido que cambiarla?
R.- Si. Ha habido que simplificarla. La estructura organizativa era incomprensible para los profesionales, que me decían: No sabemos quién es quién y quién se ocupa de qué. Ahora lo sabemos. Todo está mucho más definido. Hemos hecho una estructura accesible y simplificada, volviendo a lo clásico, con una dirección médica, una dirección de enfermería y una de gestión.
P.- Novedades, proyectos…
R.- Recientemente hemos puesto en marcha la cirugía robótica, que permite operar a través de un robot manejado con unos joystkis, que no solo ofrecen una gran precisión de incisión, cauterización, sutura, pudiendo girar sus trokares 360 grados, sino que ofrece una mayor precisión al eliminar los temblores de las manos del médico, por leves que sean.
P.- Presupuesto para 2012.
R.- 262 millones de euros. Mayor que el del año pasado, que se cerró en 307 millones. Nuestro objetivo claro para este año es cumplirlo y no desviarnos. Pero que eso no suponga que vamos a hacer recortes. En Son Espases no se han hecho recortes, sino reestructuraciones. Estamos ofreciendo las mismas prestaciones, eso sí, optimizando el sistema. Que nos digan qué se ha recortado. Los profesionales, además, se han implicado mucho. Están ayudando buscando y encontrando bolsas de ineficiencia. Es impresionante el trabajo y la implicación de los profesionales en este sentido. Estamos desarrollando además una estructura organizativa muy participativa. Para eso vamos a poner en marcha la Junta Técnico-Asistencial en la que estarán todos los profesionales asistenciales, como órgano colegiado de asesoría a la gerencia. Tenemos un feedback estupendo con los profesionales.
P.- ¿Cómo está funcionando el nuevo modelo de sectorización de Atención Primaria y Especializada?
R.- Desde el 1 de enero se ha iniciado el nuevo modelo de integración de la atención primaria [centros de salud] y especializada [hospitales] sectorizando el área. En el área de Ponent que es la que corresponde a nuestro hospital [como hospital de sector, ya que como hospital de referencia lo es para todo Baleares] nuestra atención primaria atiende a 317.000 pacientes. Dependen de nosotros 16 centros de salud. Este nuevo modelo es un paso muy importante en cuanto a la organización ya que supone una optimización de recursos desde el punto de vista asistencial. Lo que hacemos. Al estar ahora bajo un mismo paraguas organizativo, la gerencia de sector, los centros de salud y los jefes de servicio del hospital, estamos implicando y haciendo que sea mucho más fluida y sólida la atención con el establecimiento de mejores vías clínicas, es decir, acuerdos médicos sobre cómo se debe atender al paciente en cada caso. La continuidad asistencial está más garantizada que nunca y las responsabilidades están más claras y no quedan diluidas.