La Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Son Espases ha implantado recientemente el primer marcapasos sin cables en las Islas Baleares.
A diferencia del sistema tradicional, el nuevo dispositivo no lleva cables ni una batería implantada bajo la piel, por lo que no hay signos externos del marcapasos.
Todo el sistema está integrado en una especie de cápsula que se coloca directamente dentro del corazón, concretamente en la cavidad ventricular derecha. Este nuevo avance supone un cambio sustancial en el modo de estimular el corazón, ya que dejan de utilizarse cables, lo que elimina un elemento vulnerable a posibles complicaciones y al desgaste.
Mayoritariamente, los marcapasos sin cables están dirigidos a pacientes mayores o en particular a aquellos enfermos que precisan de la implantación de esta tecnología terapéutica pero que no tienen acceso venoso superior utilizable, ya que se colocan por medio de un cateterismo femoral que solo requiere anestesia local La consellera de Salud, Patricia Gómez, acompañada por la directora gerente de Son Espases, María Dolores Acón; por el jefe del Servicio de Cardiología, Armando Bethencourt, y por Carmen Expósito y Carlos Grande, cardiólogos de la Unidad de Arritmias, explicaron cómo se coloca el dispositivo y qué ventajas supone para el paciente.
El nuevo marcapasos —mucho más pequeño que el convencional— se coloca por medio de una cánula que se introduce por la ingle del paciente y a través de la cual se accede hasta el corazón. Una vez dentro del ventrículo derecho, el cardiólogo coloca el marcapasos ahí donde funcione correctamente con voltajes bajos.
Ello permite ahorrar batería y aumentar la duración del dispositivo. Una vez fijado el marcapasos se retira la cánula, se cierra el orificio de la piel y se da por finalizada la intervención.
El cateterismo agiliza mucho todo el procedimiento y evita la herida quirúrgica abierta, el riesgo de infecciones, y las cicatrices posteriores.
La ventaja principal de este nuevo dispositivo es que no hay ningún signo externo de que el paciente lleva un marcapasos.
Además, a diferencia del convencional, se preserva un acceso vascular, sobre todo si se trata de pacientes en los que hay una sospecha de que pueden necesitarlo en el futuro.
Es el caso de aquellos pacientes que reciben medicación crónica por la vía intravenosa (quimioterapia, diálisis, etc.). Hay que recordar que la Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología de Son Espases implantó más de tres centenares de dispositivos de estimulación cardiaca durante el año 2015.