P.- Profesor, viene a dar una conferencia en IVO sobre los factores infecciosos de la carne y la leche. ¿Cuál sería el titular que pronunciará y que le gustaría que reflejase Salut i Força?
R.- Sobre todo que no escriban que la gente no debe comer carne ni beber leche.
P.- ¿La carne y la leche son problemas de siempre o la ciencia ha podido descubrirlo recientemente?
R.- El problema viene desde hace mucho tiempo. Lo que ha aumentado mucho es el consumo de carne bovina, que es lo que se pone ahora en cuestión. El riesgo no es la carne roja en sí, sino algunas formas específicas, sobre todo la de vacuno. El abuso de la carne roja vacuna es la que produce problemas. Lo explico en mi conferencia en el IVO. Probablemente todos nosotros estamos infectados ya con los agentes teóricamente oncogénicos desde nuestra juventud. Seríamos portadores de virus de esta naturaleza y en la mayoría de los casos no pasa nada. Solo algunas células están modificadas genéticamente y por eso son las sensibles. Se dañan como consecuencia de un factor más añadido que está en la carne, pero no es exclusivo, es adicional. A partir de una cierta edad ya el riesgo es nulo porque el tiempo de causa efecto ya no afecta.
P.- ¿Recomienda tomar lecha materna?
R.- Sí, recomiendo tomar leche materna durante la lactancia, porque se ha demostrado que es importante que se mantenga ese consumo. Cuando madura el sistema inmune, a los seis meses de vida gracias a los factores protectores en la leche materna, que producen anticuerpos neutralizantes en el bebé. Es una protección a lo largo de la vida. La leche materna estimula el sistema inmune para toda la vida.
P.- ¿Es cierto que la leche es perjudicial para la salud?
R.- Tiene factores distintos a los de la carne. La incidencia de la leche con el cáncer sigue una vía totalmente diferente del de la carne. La cadena de DNA formada por moléculas simples, son las que se implican en el contexto de la transformación neoplásica. Yo no tengo ningún inconveniente en que se consuma leche. La entrada de los agentes infecciosos de la leche ocurre durante los primeros años de la vida. Probablemente todos nosotros somos portadores de esos agentes pero hemos desarrollado anticuerpos neutralizantes. Lo que hace que aunque vuelvan a entrar agentes infecciosos a lo largo de la vida, son neutralizados. Esos agentes se distribuyen a lo largo de la vida durante los primeros años en los tejidos, llegando a la glándula mamaria, al cerebro… Cuando esa célula sufre otro tipo de agresión distinta al agente que tratamos es cuando se produce el fenómeno de la transformación oncológica.
P.- ¿Qué tipos de cáncer están directamente relacionados con la carne y la leche?
R.- Hay varios tipos de cáncer. El cáncer de colon es el más predominante y los datos son muy evidentes. También el gástrico, el de esofago, el de pulmón (se cree que solo lo provoca el tabaco y también la carne). No hay un proceso de un agente infeccioso relacionado con el cáncer humano que no dependa de más factores. En algunos casos hay un factor decisivo y otros no, hay fumadores que no tienen cáncer y no fumadores que lo padecen.
P.- ¿Y con enfermedades neurodegenerativas?
R.- Esclerosis múltiple. Se sospecha que es una enfermedad en la que hay agentes infecciosos. Hemos encontrado en el sistema nervioso central, en autopsias de enfermos fallecidos con esclerósis, agentes infecciosos similares a los que existen en la leche. Sospechamos como hipótesis, aún no lo hemos podido probar, que habría una transferencia de estos agentes desde el intestino, al beber la leche, hasta el sistema nervioso central. Pero no estamos en condiciones de demostrar que los agentes causen la esclerosis, pero sí están presentes. Hay una relación probable causa-efecto.
P.- ¿Qué carne prohibiría consumir a toda la población que lea esta entrevista? Por favor, lance un mensaje a los padres y madres, colegios, que preparan comida para niños…
R.- No comer carne cruda. Debo reconocer que todavía no sé hasta qué punto el cocinar la carne destruye estos agentes. Hay datos epidemiológicos que demuestran que la carne de vacuna aumenta el riesgo, cosa que no pasa con la carne de cerdo.
P.- ¿La investigación y el acceso a la información ha propiciado que cada vez haya gente más vegana?
R.- No hay veganos desde principios de la vida en Europa. El vegano empieza a partir como mínimo de la adolescencia en Europa y el único sitio que se produce desde el nacimiento es en la India. Ya no son veganos los de Europa, son veganos los que nunca han comido carne, los europeos si comen una vez carne ya pueden ser portadores de las moléculas. Los veganos no se hacen, nacen. Uno para ser vegano tiene que serlo desde el nacimiento.
P.- Usted realizó investigaciones sobre el cáncer del cuello de útero. Su trabajo junto a Nubia Muñoz contribuyó al desarrollo de la vacuna contra el virus. ¿Actualmente la vacuna qué nivel de eficacia tiene?
R.- La vacuna es efectiva para el cáncer de cuello y bloquea determinados tipos de virus del VPH, sobre todo en las lesiones precursoras. Desde que se inicia el proceso hasta que se desarrolla el cáncer pasan entre 15-20 años.
P.- ¿No existe aún ningún estudio que haya podido evaluar la posibilidad de que la vacuna disminuya la probabilidad de padecer cáncer de cuello de útero?
R.- Para lesiones precursoras sí, para el cáncer no porque no han pasado entre 15-20 años para poder evaluarlo. No ha dado tiempo aún porque sólo han pasado diez años desde la vacuna. En España tengo entendido que se facilita con carácter generalizado en el calendario vacunal a partir del año 2010-11. Son pocos años. Yo recomiendo que esté en el calendario vacunal no solo para mujeres sino también para hombres. Porque provocativamente si solo vacunáramos a los chicos en lugar de las chicas, podríamos prevenir muchos más cáncer de cuello de útero en mujeres. Los hombres de entre los 15-40 años tienen más relaciones sexuales con diferentes personas que las mujeres y eso esta también relacionado con el cáncer como el de orofaringe.