Muchos trámites, muchas decepciones, intentos fallidos, controversias inusitadas, polémicas muchas veces estériles, y, desde luego, una apuesta clara por la financiación de un proyecto que, ciertamente, exigirá destinarle numerosos recursos, pero que, a poco que las estimaciones se cumplan, retornará por triplicado los esfuerzos económicos que se hagan ahora, en estos albores de la facultad balear de medicina. Desde Salut i Força, deseamos toda la suerte del mundo a los alumnos, familias, profesores, directivos e investigadores de la nueva facultad, y a todos los profesionales y personas que, de una manera u otra, tengan la oportunidad de aportar su contribución a este gran sueño colectivo.
También nuestro medio quiere sumarse a esta ilusión que todos los ciudadanos de Baleares compartimos por ver germinar y consolidarse el proyecto de la facultad. Y precisamente por esta razón no faltará en nuestras páginas toda la información disponible acerca de esta emblemática y ambiciosa actuación, que no ha sido fácil de engendrar pero que, desde luego, ha de ser imposible de destruir una vez colocados los primeros cimientos del edificio.