Cada año se detectan en Baleares dos mil nuevos casos, de los que 200 afectan a menores de 55 años
Juan Riera Rova /
En Islas Baleares el Ictus (hemorragia cerebral, infarto cerebral, apoplejía) es la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la tercera entre los hombres, por encima del cáncer pulmonar y del infarto agudo de miocardio, según datos epidemiológicos de la Conselleria de Salut.
Cada año se detectan en las islas 2.000 casos nuevos de Ictus, de los cuales, al menos 200 afectan a personas menores de 55 años, rompiendo con ello la supuesta inmunidad que se suponía tenían las personas jóvenes a esta enfermedad: cada vez son más los jóvenes que sufren este problema.
Una detección precoz, en las primeras fases, del Ictus puede reducir los índices de mortalidad y las secuelas que se deriven, un hecho de especial importancia en las personas jóvenes, ya que muchos enfermos que salvan la vida quedan afectados por graves discapacidades funcionales.
Para evitar que un Ictus, ya sea por la formación de un coágulo (obstrucción de la arteria) o por un derramamiento (rotura de la arteria), tenga consecuencias graves e irremediables, el paciente debe ser atendido en el menor tiempo posible desde el primer síntoma: el Ictus es una urgencia médica.
Toda la población de las Islas Baleares está protegida por el “Código Ictus”, una estrategia coordinada entre el 061 y los diferentes hospitales públicos para atender cualquier paciente en un lugar adecuado de la forma más rápida posible. Además, dispone de un sistema pionero de telemedicina. El Teleictus permite acercar al neurólogo de guardia de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Son Dureta a otros hospitales de la Comunitat Autónoma dónde se puede necesitar su consejo para un paciente que acaba de entrar por vía urgente padeciendo esta enfermedad.