Miguel Lázaro Ferreruela.- En varios estudios realizados por clínicas especializadas, la falta de deseo esta hoy en el podio de las disfunciones femeninas. La disminución del deseo sexual suele ir acomodándose en la cama en silencio. Hay quienes interpretan esa falta de ganas como el síntoma de una catástrofe inminente: una pareja que no tira más, unos cuernos mal llevados o el precio de la rutina. Otros comprenden que el deseo sexual no es una perilla que se enciende por generación espontánea.
Lo cierto es que esta falta de apetito sexual –de ahí que informalmente se la haya empezado a llamar ‘anorexia sexual’– ya afecta casi a la mitad de las mujeres que llegan a la consulta. Si bien las causas del deseo sexual inhibido pueden buscarse en el climaterio, en historias de abuso, en personas atrapadas por el estrés o la depresión y hasta en prejuicios religiosos y morales, la mayoría de las veces son psicológicas, culturales o relacionadas con la dinámica vincular. Hay un malentendido con respecto a las características propias del deseo: se lo espera siempre ligado a lo natural, a lo espontáneo, a lo instintivo. Yen la sexualidad pareciera que es un mal síntoma tener que ir en busca del deseo. Así muchas parejas se apoltronan, convencidas de que el deseo sólo llega como maripositas en la panza, lo que sucede por lo general sólo al principio de cada relación”, explica la psicóloga y sexóloga Adriana Arias. Por eso un tratamiento efectivo consiste en reeducar los hábitos de la pareja: enseñarles a eliminar la cabeza, enemiga de la erótica, y motivarlos a que usen la imaginación y construyan fantasías, el verdadero lenguaje de la erótica. Lo cierto es que cuando llegan a la consulta –las pocas veces que llegan de a dos– los especialistas se encuentran con que cargan con una lista de sobreentendidos o malentendidos (incluso quienes llevan décadas en pareja): “Ella cuenta ‘él va directo a la penetración y no hace nada para que me excite antes’ y él se queda helado porque creía que estaba flipada por su rendimiento”, describe Arias. Otros no se atreven a construir fantasías porque suelen pensar que son las hermanas catetas de la realidad.
Existe una receta: “Ganas de tener ganas”.
Sobre dinámicas grupales en los partidos politicos
¿Debate o ruido? ¿Pensamiento único o pensamiento lateral?. Unos pocos piensan y deciden por todos y los demás renuncian a pensar por si mismos. La inseguridad de los seudolideres actuales conlleva una baja tolerancia a la discrepancia de los iguales. Solo el miedo, la ombligopatía y el narcisismo patológico explican la histeria con la que reaccionan ante las divergencias de los que no comulgan con los guiones oficiales. Son alergic@s al pensamiento divergente es decir a buscar respuestas con un pensamiento no lineal. Aborrecen y temen la creatividad del verso suelto. Algunos líderes políticos no saben dónde van, pero nunca olviden de donde vienen. Algunos dirigentes políticos el único GPS que tienen es el de su teléfono móvil, ya que su cash cognitivo no da pa más. Es justamente ese apego al pasado lo que predetermina sus dificultades para afrontar al presente y lo que les des-orienta para construir el futuro. Están in-capacitados para liderar al grupo. Pero el déficit de humildad, su nulo insight, su miedo a la invisibilidad y la adicción al poder son muy poderosos para poder aceptar que ya han alcanzado su fecha de caducidad.
En las organizaciones siempre hay ruido que puede ser estructurado y entonces es positivo o bien no llega a integrarse en el sistema y convertirse en negativo. En las crisis grupales la clave es que cese el ruido y se convierta en información. Un grupo es fiable si tiene capacidad para defenderse de los ruidos y consigue que los daños colaterales sean mínimos. Un grupo es redundante si repite compulsivamente antiguas pautas. Lo cual no es difícil dada la escasa ratio de renovación de los dirigentes políticos. Una crisis de autoorganización lleva consigo oscilaciones en la estructura: entre le orden y el desorden, aumenta la complejidad, la amenaza de destrucción pero también la posibilidad de metamorfosis, de reorganización y de integrar la diversidad desde un proceso de apertura y cambio. La envidia opera sobre el vínculo y la red interaccional, lo ataca destructivamente .Su efecto determinante es la ruptura de vínculos. Supone una quiebra en la confianza, en la aportación y de forma simultanea un vaciamiento doloroso. Resultado: bajo rendimiento y productividad en la tarea grupal y progresivo debilitamiento del grupo.
Pseudo ensaimada (sin denominación de origen)
La politización que se está realizando de la sanidad pública durante esta legislatura desde el minuto 0 ha alcanzado cotas máximas, en cierto tema se ha llegado a la sanidad ficción. Una muerte desgraciada se utiliza de manera obscena, sin conocerse los datos, la intrahistoria y el contexto.
Asistimos a un tsunami de juicios de valor irresponsables. Sin respetar a la familia. No interesaba la verdad sino el juicio rápido, y condenatorio.
No reflexionaron, que el hospital de Inca seguía funcionando, que sus profesionales seguían desarrollando su actividad profesional diaria. Fueron inconscientes que su estrategia amplificadora y desproporcionada afectaba al personal sanitario y no sanitario aumentando su estrés y su burnout y sobre todo a la relación médico confianza.
El fin no justifica los medios. El tiempo y los hechos son los jueces implacables y ponen a cada uno en su sitio. Lamentable también la gestión de la administración, su pedagogía y sobre todo utilizar a los profesionales implicados como chivó expiatorios.
El canon ético de ambas posturas manifiestamente mejorable.