Juan Riera Roca /
El exceso de volumen en los pechos afecta a muchas mujeres y puede acarrear una serie de inconvenientes en su vida cotidiana, llegando hasta molestias tan graves –con dolores de espalda incluidos, además de problemas estéticos –que llevan a plantearse una operación de reducción mamaria.
Dentro de ese volumen excesivo los expertos médicos distinguen entre hipertrofia mamaria, que sería un volumen superior a los estándares, pero dentro de unos límites razonables, y gigantomastia, que hace referencia a volúmenes muy excesivos.
En ambos casos es posible reducir este exceso de volumen mediante una mamoplastia, una intervención estética que permite obtener una talla armonizada y acorde con el resto del cuerpo. Como señala la doctora Teresa Távora, especialista en cirugía plástica en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América.
“Además de reducir el volumen mediante la mamoplastia –explica la especialista– corregimos el problema del pecho caído mediante la mastopexia, de manera que se lleva la mama a la posición estándar y, con ello, el complejo areola-pezón queda centrado en la mama”.
Previamente a la operación, y al margen de los estudios preoperatorios necesarios, que incluirían una ecografía, una mamografía y un estudio mamario, el equipo de cirugía plástica realiza las mediciones de la mama para llevar a cabo el diseño y realizar una reconstrucción armónica y adaptada a la mujer.
La doctora Teresa Távora responde a las dudas más frecuentes en torno a esta intervención. En primer lugar, muchas veces se plantea si es una cirugía puramente estética, asegurando que “sí, lo es, puesto que el volumen excesivo de pecho no produce ninguna enfermedad asociada.”
La doctora señala que la mamoplastia no elimina los dolores de espalda: “No directamente, puesto que tampoco los provoca. El problema de espalda asociado al volumen de pecho excesivo suele estar ocasionado por la postura que adquiere la persona, un tanto encogida”.
Lo habitual es retirar unos 300 o 500 gramos de media en cada pecho, un peso que no va a afectar a la columna. A pesar de ello –señalan otras fuentes –son muchas las mujeres que optan a una reducción para aliviar la espalda, por lo que luego hay que darles unas nociones básicas de higiene postural.
Volviendo con las explicaciones de la Dra Tavora, la reducción mamaria no es una cirugía similar a la de aumento de pecho.
La intervención es mucho más compleja. La duración media es de 4 o 5 horas. La parte más complicada es la recolocación de la areola-pezón.
“Para ello –añade –se moviliza manteniendo un pedículo, de modo quede conservada la vascularización. Este caso sería para recolocaciones de una medida estándar. Si la distancia es mayor, utilizaremos la técnica de injerto libre de areola. Todo ello se planifica en relación a las medidas de la paciente.”
En la operación se elimina glándula mamaria y grasa. En personas de edad más avanzada es frecuente un mayor volumen de grasa debido a que, con el paso de los años, la glándula mamaria se atrofia, explica la especialista ahondando en el proceso de la intervención.
Durante el postoperatorio el único cuidado imprescindible es el uso de un sujetador especial que permite que la mama quede en su sitio. También, como en todas las cirugías que afectan a la región torácica, se recomienda no hacer esfuerzos ni coger peso durante las primeras semanas.
3 comentarios. Dejar nuevo
Muy buena info, estoy por haceme una reducción y el medico me dijo que retirara 800 de una mama y 1000 de otra porque son gigantes y con displacia s los costados, que riesgos hay? En talla cuanto significa esta merma?
Yo me e reducido hace una semana reconstruido y puesto unas prótesis acordé a mi cuerpo y estoy encantada aora aparento más delgada de arriba y muy bien enpinadas ☺️
Que bueno que estás bien. En mi caso quisiera una reducción de 500 pero aún hay temor por los riesgos que pudiera haber. En cual ciudad o Estado de mi país México hacen éstas intervenciones? Saludos.